Una semana, una vida

Lydia Sanchez Gil
1 abr 2018
4 Min. de lectura

Actualizado: 19 abr 2018

Dura tan solo una semana, pero algunas personas la tienen presente durante toda su vida. Si quieres vivir la Semana Santa con la misma intensidad pero de una manera diferente, esta es tu entrada.

Si profundizaron algo más en este blog periodístico, sabrán que no se trata de un sitio de información cualquiera. Ya lo avisamos: no esperen entradas sobre los 10 mejores destinos del año o los trucos para encontrar los vuelos más baratos. Podría parecer que en esta ocasión hemos pecado (nunca mejor dicho) de imprudentes con nuestro fin, pero si siguen leyendo comprobarán que no es cierto. Aunque no sean especialmente devotos de esta tradición, no hacía falta ni nombrar la Semana Santa de Sevilla para incluirla en sus agendas turísticas. Podríamos haber reseñado la también famosísima malagueña, de la que tanto presume y donde nunca falla el actor Antonio Banderas… Sin embargo, de haber sido así, en ningún caso habríamos cumplido nuestro cometido. Hoy, Domingo de Resurrección, recopilamos alguna de las Semanas Santas más emblemáticas de nuestro país para que vayan organizando desde ya la del año que viene.

Castilla y León

Como ya hemos dicho, estamos en condiciones de afirmar sin ningún atisbo de duda que Andalucía es quien ‘manda’ en esto de la Semana Santa. Sin embargo, no debemos olvidarnos de otras tantas ciudades y pueblos que con ilusión preparan y celebran esta semana tan intensamente como en el sur. La Comunidad Autónoma de Castilla y León podría ser quien más destaca tras los andaluces en la vivencia de esta festividad religiosa. Esta región cuenta con numerosos atractivos en cuanto a Semana Santa se refiere, pero si tenemos que destacar alguno de ellos lo hacemos con tres ciudades que a la vez son tres capitales: Salamanca, Valladolid y Zamora.

La de la ciudad universitaria fue declarada en el año 2003 Fiesta de Interés Turístico Internacional. En Salamanca, 17 cofradías, congregaciones y hermandades organizan cada año 22 actos y procesiones, algunas de las cuales levan teniendo lugar desde el siglo XVII. Nos referimos a la Procesión del Santo Entierro y el Acto del Descendimiento (desde 1615) y la Procesión del Encuentro (desde 1616). Asimismo, el marco incomparable se llevan a cabo provoca que este tipo de actos sean de obligado cumplimiento no sólo a nivel religioso sino también turístico. La barroca Plaza Mayor salmantina no le quita protagonismo a los pasos que caminan por debajo de su voluptuosa fachada sino que ambos elementos se complementan muy bien para crear una postal para el recuerdo.

Por otro lado, tenemos la capital de capitales castellanoleonesas, Valladolid. Fue la primera en declarase Fiesta de Interés Turístico Internacional, pero es que también ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. De las más tradicionales de España, en ambos sentidos, la Semana Santa vallisoletana

destaca por la sobriedad de las procesiones y por la belleza y calidad de sus pasos, como bien recoge ABC en este artículo que les traemos. El Pisuerga se convierte en testigo de numerosas procesiones y actos que cada año consolidan aún más la ‘santa’ fama de esta ciudad. “El Encuentro” entre la Virgen de las Angustias y el Cristo camino del Calvario a su paso por la Plaza de Santa Cruz o el Sermón de las Siete Palabras también en otra plaza, la Mayor, son tan solo dos acontecimientos de los muchos que cada año alberga Pucela.

Finalmente, no podíamos acabar esta sección sin hablar de Zamora. Como no podía ser de otra forma, desde 1986 también es Fiesta de Interés Turístico Internacional. Sin

embargo, más peculiar aún es su declaración en 2015 como Bien de Interés Cultural, siendo la primera Semana Santa de España en conseguir esta consideración. El silencio es el solemne protagonista de esta semana; no en vano, una de sus procesiones más conocidas cuenta con la denominación de Procesión del Silencio. Asimismo, cabe destacar un personaje muy representativo de la localidad zamorana: el Barandales, que desempeña la misión de avisar al público de la marcha de las procesiones vestido con amplios ropajes y agitando con las manos dos pesados esquilones de unos 5 kg.

Via Crucis de Mérida

La capital de Extremadura aprovecha uno de sus cuantiosos escenarios romanos para llevar a cabo este recorrido por las distintas estaciones que representan etapas o momentos vividos por Jesús desde el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura. El Anfiteatro Romano es el protagonista de la madrugada del Viernes al Sábado Santo, momento en el que tiene lugar esta sobrecogedora escena. Antes de llegar al terreno en cuestión, los penitentes realizan una procesión por el centro de la ciudad. Actos de este tipo han llevado a la Semana Santa de Mérida a ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. ¿Lo mejor? No hay que pagar absolutamente nada para presenciar este acontecimiento desde las gradas de uno de los monumentos más impresionantes del mundo.

‘La Pasión’ de Torrecilla de los Ángeles

Si el Via Crucis de Mérida se trata de una de las maneras más realistas de vivir la Semana Santa, ‘La Pasión’ de Torrecilla de los Ángeles no se queda atrás. Unos 200 vecinos de este pueblo extremeño ubicado en plena Sierra de Gata llevan a cabo cada año una representación de La Pasión Viviente. Vestuario, maquillaje, dramaturgia, decorados, escenografía… Entre ellos lo preparan todo para que cada Jueves Santo las calles de Torrecilla se conviertan en la Palestina del año 1 d.C. Si bien esta localidad no alcanza los 700 habitantes, en estas fechas los viandantes se incrementan hasta las cuatro cifras gracias a la voluntad y el buen hacer del pueblo cacereño ante La Pasión de Cristo. Si quieren hacerse una idea de cómo es esta representación, quizás este vídeo pueda hacer que les pique el gusanillo y el año que viene por esas fechas puedan relatar a sus allegados una experiencia de lo más singular: