Viajar, sí, pero… ¿cómo?
- Lydia Sanchez Gil
- 18 mar 2018
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 19 abr 2018
Muchas veces nos empeñamos en dedicar casi todos nuestros esfuerzos a encontrar un alojamiento que se adapte a nuestro poder adquisitivo, pero luego nos sorprendemos a la hora de tener que aumentar nuestro presupuesto para poder asumir el medio en el que nos transportaremos.
Hasta no hace mucho tiempo, las opciones de transporte para los viajeros pasaban por las más convencionales, es decir, autobuses de línea, trenes, coches propios o aviones, según las características económicas. Los más valientes se atrevían a probar suerte en la carretera con el brazo en alto esperando que algún samaritano se apiadase de ellos y les subiese en su vehículo rumbo al destino deseado. Sin embargo, con la aparición de Internet y de las redes sociales hemos asistido a una revolución total del mundo en el que vivíamos, y dentro de ese mundo se incluyen los medios de transporte, que es lo que a nosotros hoy nos interesa.
Del autostop hemos pasado a las diferentes aplicaciones virtuales incluidas dentro de esa denominada “economía colaborativa” conformada por, según Manuel G. Pascual, periodista de El País, “aquellos modelos de producción, consumo o financiación que se basan en la intermediación entre la oferta y la demanda generada en relaciones entre iguales o de particular a profesional a través de plataformas digitales que no prestan el servicio subyacente, generando un aprovechamiento eficiente y sostenible de los bienes y recursos ya existentes e infrautilizados, permitiendo utilizar, compartir, intercambiar o invertir los recursos o bienes, pudiendo existir o no una contraprestación entre los usuarios”. Si quieren saber más, en este artículo González Pascual explica de manera muy clara los diferentes tipos de modelos de negocio surgidos a raíz de las nuevas tecnologías.

Términos económicos aparte, probablemente asociarán el término a las famosas compañías tecnológicas Uber o Cabify, que sustituyen y renuevan el servicio que ofrecen los taxis convencionales, a Wallapop, aplicación de compraventa directa entre usuarios, etc. No crean que las relacionadas con los medios de transporte parten de algo completamente nuevo y desconocido. Todo lo contrario. Al igual que el resto de aplicaciones de economía colaborativa, los creadores de las de transporte han sabido encontrar una necesidad latente en la sociedad y hacerla más fácil mediante este tipo de aplicaciones.
Les hemos hablado antes del autostop, para lo cual había que tener suerte tanto a la hora de encontrarse con alguien que pasase por tu destino como para que dicho alguien se fiase de ti y te recogiese. Blablacar soluciona este problema de una manera muy sencilla, además de permitir al propietario de coche sufragarse su propio viaje e incluso obtener beneficio: él o ella, conductor, publica en la aplicación su ruta junto con horarios, fechas y precio; tú, viajero, contactas con él o ella y acordáis puntos de salida y llegada. Además, las opiniones de otros viajeros pueden darte una idea del tipo de persona con la que te encontrarás, así como tener una identificación que puede ser muy útil si los problemas son más graves. No obstante, las experiencias suelen ser muy satisfactorias, razón por la cual han surgido otro tipo de alternativas que añaden un plus a la pionera francesa Blablacar.
En tuexperto.com nos hablan de la empresa española Amovens, donde además de compartir viaje puedes compartir coche (carpooling, en inglés) entre trabajadores de la misma empresa a través de plataformas específicas para cada empresa, según cuenta la web ya mencionada. Además, también añaden una segunda funcionalidad: la agrupación de viajes por evento, de manera que si quieres ir a algún festival de verano, por ejemplo, puedes buscar en categorías ya creadas por Amovens. Por otra parte, también incluyen a Shareling, una opción donde se alojan los usuarios que suelen hacer largos viajes de forma periódica, aunque tiene la desventaja de contar con muchos menos conductores entre sus usuarios.
Existe otra opción también muy potenciada a través de las nuevas tecnologías, y es la de alquilar tu propio coche. Ya existían empresas que se dedicaban a poner en contacto a anfitriones e inquilinos como SIXT, que existe desde 1912. Sin embargo, todas ellas han acabado pasándose a la red utilizándola a esta como principal herramienta de trabajo. Las aplicaciones no tardaron en salir, y mediatrends.es nos menciona alguna de las más populares a la hora de alquilar el vehículo de otra persona. Sí, han leído bien, he dicho vehículo y no coche ya que también hay opción a alquilar motos.

Muving y eCooltra son las dos aplicaciones más punteras a la hora de alquilar una moto, por lo que estas opciones serán más factibles de considerar a la hora de moverse por una ciudad y no entre ellas. Ambas se alquilan por minuto, pero mientras que la primera opera en Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Cádiz y Puerto de Santa María, la segunda sólo se encuentra de momento en algunas de las principales ciudades europeas (Barcelona, Madrid, Roma y Lisboa), a pesar de que cuentan con mayor número de unidades.
En cuanto a coches, la afluencia de aplicaciones es mayor que con las motos. Car2go y Emov son muy parecidas entre ellas ya que ambas poseen coches eléctricos de su propiedad que alquilan a los usuarios y, para mala fortuna de muchos de ellos, sólo están disponibles si viajas a Madrid. Pero no se preocupen, porque Social Car y Drivy ponen a disposición de los conductores la posibilidad de prestar coches a particulares. Con la primera, además de tener un seguro a todo riesgo y asistencia 24h, también podrás ganar bastante dinero puesto que los propietarios se quedan con un 80% de la tarifa pactada. La segunda ofrece asimismo la posibilidad de gestionar todo el papeleo a través del móvil.
Como ven, la economía colaborativa ofrece a los usuarios cientos de posibilidades a la hora no sólo de ahorrar gastos en casi cualquier aspecto económico de la vida, sino también la de solucionar problemas cuando el tiempo de reacción es

escaso o incluso la de disfrutar de un viaje de una manera diferente a la que estamos acostumbrados. Es por eso que, si les ha gustado esta entrada, les aconsejamos pasarse por el blog la semana que viene, ya que si viajar “colaborativamente” es posible, alojarse también lo es.
Imagen Economía Colaborativa: https://segurospersonales.wordpress.com
Imagen moto de Muving en Sevilla: propia
Imagen teléfonos móviles y mapa: GettyImages
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