Viajar, sí, pero… ¿dónde alojarse?

En ESC os prometimos una entrada acerca de las diferentes opciones que tiene a mano un viajero amante de la tecnología y de las experiencias diferentes, y aquí está: desde la conocidísima aplicación Airbnb hasta el mismo idioma esperanto, pasando por muchas otras más alternativas.

Como dijimos la semana pasada, la aparición de las tecnologías ha provocado un antes y un después en casi todos los aspectos de la vida como ningún otro invento lo pudo hacer en el pasado. Os hablamos de los diferentes medios de transporte que podían utilizar para ahorrarse algo de dinero y, además, para vivir otro tipo de experiencias. En esta semana os traemos información acerca de algunos tipos de alojamiento que les permitirán completar dicha experiencia y reducir definitivamente el presupuesto del viaje.

Economía colaborativa

De nuevo volvemos a la economía colaborativa que Manuel G. Pascual explicó muy claramente y a sus alternativas. En este otro artículo, esta vez de eldiario.es, Aroa Fernández nos desvela los entresijos más oscuros de este tipo de economía, así como los resultados positivos que se dan si se regula bien a estas empresas.

En cuanto a lo que ahora nos concierne, a estas alturas ya es bien conocida Airbnb, una página web con mecanismo de funcionamiento bien simple: alguien pone su casa, apartamento, piso, chalet… a disposición de todo viajero que quiera alojarse allí. A veces pueden convivir con los propios inquilinos dentro y, en otras ocasiones, dispondrán de todo el alojamiento solo para quien lo alquile. Sin embargo, hay que tener cuidado puesto que Airbnb no proporciona siempre garantía de confianza respecto a los anfitriones. Si la empresa lo verifica, pueden confiar en él, pero si no está aún hecho, deberán andar con cautela puesto que, tras haber hablado con varias personas usuarias de este servicio, nos han contado que han perdido dinero con algunos supuestos oferentes que en realidad eran estafadores. Por otro lado, también hay que observar detenidamente los requisitos legales de este tipo de actividades económicas puesto que Hacienda podría acabar reclamándoles algo en su intento por recibir también su porción de la tarta.

Pero no todo es Airbnb. Como es usual, cuando una novedad funciona, decenas de emprendedores más se lanzan a la aventura de crear algo parecido que añada valor a lo ya existente. La BBC nos trae una serie de alternativas a esta plataforma de alojamiento. La que más llama la atención es, sin duda, Couchsurfing, puesto que ofrece la posibilidad no sólo de alojarse en casas de particulares sino de conocer el lugar así como su cultura junto a dichos anfitriones, una experiencia verdaderamente recomendable para todo aquel que quiera sumergirse de verdad al sitio que va a visitar.

En el resto, nos encontramos con HomeAway, OneFineStay, Wimdu y y FlipKey, todas muy parecidas a Airbnb ya que trabaja también con propietarios para hacerles ganar dinero a partir de su casa de vacaciones (o de cualquier otra casa que puedan alquilar). Por si fuera poco, El Viajero de El País reúne hasta 17 alternativas más, algunas de las cuales ya se las hemos mencionado, por lo que, como podrán comprobar, hay mucho más donde elegir en alojamientos que en transportes.

Otras opciones

Ya mencionamos en una entrada anterior las ventajas que Europa facilitaba sobre todo a los jóvenes a la hora de viajar por el viejo continente. En realidad, fue Rubén quienes nos dijo que él en concreto no había elegido la modalidad de AuPair para poder viajar más cómodamente (como sí lo hiciera con Erasmus o Séneca), si bien es cierto que no por ello deja de ser una de las opciones más socorridas por personas de esta franja de edad para, además, poder ganarse algún dinerillo mientras se disfruta del país como de ninguna otra manera se puede conseguir.

Por otro lado, nos llamó mucho la atención el sistema de alojamientos que se ha creado en torno al esperanto. El esperanto, según la página web esperanto.net, es “el idioma internacional ideado para hacer posible la comunicación entre los hombres de todos los pueblos de la tierra en pie de igualdad […] El esperanto no pertenece a ningún país que intenta subyugar a los demás, sino a todos los hombres y mujeres que lo

hablan en el mundo entero. No es el idioma de una cultura que pretende suplantar a las demás, sino el idioma que permite llegar a todas las culturas”. Es por ello que se ha desarrollado una especie de servicio de alojamientos entre los hablantes de este idioma internacional, el Pasporta Servo (Servicio de pasaporte) que permite el alojamiento gratuito en casas de hablantes de dicho idioma a cualquier persona que también lo hable. Asimismo, los anfitriones pueden también ofrecer alguna comida, transporte, o visitas al lugar. A través de redes sociales específicas de esperanto-hablantes como Klaku.net estas personas se pueden poner en contacto para concordar fechas, lugares y demás. A continuación os dejamos un artículo de The Wall Street Journal con un vídeo acerca de las experiencias vividas por personas que han utilizado este pasaporte. Eso sí, tanto el vídeo como el artículo están en inglés ;-)

Por último, no podemos irnos sin mencionar uno de los clásicos a la hora de buscar un techo donde dormir cuando se está de viaje: los albergues. También llamados hostels, estos inmuebles siguen siendo una de las opciones más baratas cuando se trata de buscar alojamiento. Digo “siguen siendo” puesto que llevan existiendo decenas de años y no parece que vayan a desaparecer. De hecho, las nuevas tecnologías probablemente les darán un gran impulso para promocionarse mejor y que su afluencia sea mayor. Diario del viajero nos habla más profundamente de este tipo de alojamientos interesantes para aquellos a quienes no les importe compartir habitación, cocina, baño y muchas más cosas que incluyen estos albergues.

En este sentido, cabe destacar también los b&b o bed & breakfast, aunque éstos son más bien propios de países anglosajones por lo que habrán de tenerlo en cuenta según el destino elegido. No obstante, cada vez se están extendiendo por más y más sitios. Como su propio nombre indica, ofrecen cama y desayuno por módicos precios, además de una experiencia inolvidable debido al amigable ambiente que se suele formar en esos hogares cuyas familias se prestan a compartir junto a ellos.

Imagen anfitrión e inquilina: EFE

Imagen de la estrella del esperanto: Wikipedia